Julio Martinez Lamas

Julio Martinez Lamas

Nació en Montevideo en 1872 y en las primeras décadas del siglo XX alcanzó reconocimiento general como uno de los más avezados conocedores de la economía del país, saber que había logrado tras una prolongada carrera como funcionario público, alcanzando el cargo de Jefe de Estadística de la Dirección General de Aduanas.

Por obra de una persistente vocación de estudio da a conocer a lo largo de más de dos décadas numerosos trabajos de gran valor sobre la economía del país. Así en 1914 dio a luz pública el estudio El comercio de tránsito, trabajo realizado a solicitud de un grupo de comerciantes y agentes marítimos de Montevideo; en 1916 apareció Estudio sobre el sistema rentístico del Puerto de Montevideo; en 1918 Situación económica del país y en las décadas de 1920 y 1930 publicó varias series de artículos en diarios de Montevideo. En 1930 salió la obra que alcanzaría mayor renombre, la magnífica Riqueza y pobreza del Uruguay, verdadero clásico del pensamiento uruguayo que se ha editado en varias oportunidades y que desde su aparición generó fuertes polémicas, llegando incluso a ser apedreadas las vidrieras de las librerías donde se exhibía el libro para su venta.

En 1932 presentó al XVI Congreso de la Federación Rural un estudio sobre la coyuntura de crisis que vivía el país, publicado con el título La situación económica del Uruguay y en 1936 dio a conocer el trabajo Crítica del curso de geografía económica de Secundaria.

Dos años después, en 1938, publicó –primero en una serie de artículos en la prensa y luego en forma de libro ¿A dónde vamos?, sorprendiéndole la muerte pocos meses después, en agosto de 1939.
Es muy probable que haya dejado varios trabajos inacabados. Testimonio de ello fue que su hijo editó en 1943 el primer tomo de un ambicioso estudio titulado Economía Uruguaya.

Diferentes voces – tanto contemporáneas a él como posteriores – lo identificaron como uno de los más lúcidos analistas de la realidad cultural y socio-económica del país, prediciendo, con mucha anticipación, los gravísimos problemas que iba a padecer el Uruguay por persistir en un modelo de desarrollo que claramente demostró era imposible de sostener.

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